La alimentación es un factor sumamente importante para mantenerse sano tanto física como mentalmente, en todos los momentos de la vida.
Cuando nos hacemos mayores hay que tener en cuenta que nuestras necesidades alimenticias cambian y lo que comemos juega un papel fundamental tanto en la prevención de enfermedades como para conseguir mayor vitalidad y estar más fuertes.
Para garantizar una alimentación adecuada en la tercera edad la dieta:
Debe ser variada para asegurar que contenga todos los nutrientes necesarios.
- Reducir el consumo de grasas saturadas como carne roja y embutidos.
- Aumentar las grasas con ácidos esenciales omega-3 y omega-6, que encontramos en pescados como las sardinas y el salmón.
- Incluir el aceite de oliva en las comidas y evitar otros aceites vegetales como el de coco o de palma que tienen alto contenido en grasas saturadas.
- Tomar los lácteos desnatados o semidesnatados.
- Incrementar el consumo de frutas y verduras.
- Importante la ingesta de calcio y vitamina D (exponiendo la piel al sol unos 20 minutos diarios).
- Limitar el consumo de sal y de dulces.
- Beber abundante agua a lo largo del día, preferiblemente fuera de las comidas.
No debemos olvidarnos de acompañar una buena dieta rica en nutrientes con la práctica diaria de ejercicio, de tal manera que las calorías ingeridas se equilibren con el consumo asociado a la actividad diaria.
Comentarios recientes