En ocasiones se asocia la depresión a la tercera edad como algo “normal”. Se deja de trabajar, se dispone de menos dinero, tenemos molestias, dolores, sufrimos pérdidas, y a pesar de todo, menos de una de cada seis personas son diagnosticadas de depresión.
Los síntomas de la depresión no son solamente la tristeza y el decaimiento, podemos encontrar en la persona deprimida:
- Sentimiento intenso de tristeza que no mejora.
- Desilusión, no disfrutar con las cosas que antes le gustaban.
- Fatiga e inquietud
- Pérdida de apetito y de peso.
- Aislamiento, irritabilidad.
- Sentimiento de culpa por hechos pasados.
- Dificultad para conciliar el sueño.
Por supuesto debemos consultar al médico de cabecera, él nos recomendará el mejor tratamiento a seguir. No obstante podemos seguir las siguientes recomendaciones generales:
- Evitar el alcohol y los somníferos
- Practicar ejercicio suave
- Rodearse de personas positivas y cariñosas
- Hablar de sus sentimientos con la persona mejor indicada para ello.
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